viernes, 27 de febrero de 2009

Adios.

Muere un poco mi vida, cuando alguien muere a mi lado. Y ahora, mientras agonizas alejado de mi presencia; voy muriendo en la lejanía, en el silencio, en la distancia, en el recuento de los momentos perdidos y en la frustración de lo imposible. 
¡Cuántos errores,  en momentos tan breves!
Palabras, pensamientos, interpretaciones, intenciones, silencios... Mezclas reales y ficticias, alquimias que parecieron imposibles, estados incompatibles. 
Incompatible tu dúo con mis actos, tus deseos con mis obras, tus proyectos con mis presentes.
Ya no queda tiempo, ya no queda lugar. Ya, es imposible. Imposible es demasiado.
Volvería a tu lejana cercanía, a tu pasividad activa, a tu generosidad oculta. Volvería a girar en la velocidad de tu vida, a bañarme en las mismas aguas, a desfilar en el mismo funeral. Ya, es imposible. Imposible es demasiado.
Demasiado difícil volver, demasiado difícil recuperar, demasiado difícil repetir vida.
Mientras agonizas alejado de mi presencia, mientras agonizas alejado de mi recuerdo, yo muero un poco contigo: inútil muerte, imposible vida.

miércoles, 25 de febrero de 2009

Reposando.

Reposé mis miedos sobre tus proyectos, para seguir siendo. Reposé mis ausencias en tu estar, para seguir existiendo. Reposé mi tristeza en tu llanto, para seguir uniendo.
Tuve la sensación de que mi letargo llegaba, cuando te vi marchando. Comprendí que cada lugar tiene su tiempo y cada tiempo su lugar, cuando pasó el momento. Y mientras  agonizabas, pensaba en mi agonía, ahora que ya no era ni tiempo ni lugar para hacer sonoro el silencio.
Por el camino, fui perdiendo mis capas. Mis circunstancias quedaron prendidas en nada. Y debajo, no apareció ninguna sustancia, yo no estaba.
No estaba, ¿o nunca había estado?. No me encontraba, ¿o nunca me había buscado?. 
Ni siquiera recuerdo ya, cuando el éxtasis procedía de tu cabello. Cuando tu mano, era el nirvana. O cuando tu llamada, sólo un deseo.
Ni siquiera recuerdo ya, cuándo perdimos lo nuestro. Cuando nuestras palabras fueron repeticiones. O cuando tus caricias, dejaron de serlo.
Reposé mis miedos, mis ausencias, mi tristeza; y me lancé al abismo. Por el camino perdí vidas, perdí tiempos, pedí versos. Ahora sigo saliendo. Pero ya pasó el tiempo.

lunes, 23 de febrero de 2009

Salir del abismo.

Los abismos ahuyentan a los cobardes que sólo saben de vino y rosas. Cobardes que los desconocen, o cobardes incapaces de reconocer que viven en uno de esos abismos repugnantes y vergonzantes.
Qué importa, qué mas da ir dejando por el camino a los cobardes. Parece cruel, pero es justicia.
Me duele la impotencia de quienes no son capaces de asumir la vida. Me duele la impotencia de quien no es capaz de escribir, aunque las palabras le pidan a gritos un trozo de realidad. Me duele la muerte de los cobardes porque son, a pesar de todo, humanos.
Me duelo yo, paradigma de cobarde; que se esconde tras las letras, tras los versos, tras los cuadros.
Me duelo yo, paradigma de fracaso; que cae siempre antes de llegar al fin.
Me duelo yo, paradigma de aspirante; que sólo aspira a desaparecer.
Y mientras me lees, mientras comentas mis letras y me dices "alguien escucha", intento la proeza más grande que nunca nadie ha conseguido: salir del abismo.

sábado, 21 de febrero de 2009

Abismo.

En los bancos de los jardines, veinteañeros primitivos desvirgan jovencitas.
Por la mañana, los abuelos dan de comer a las palomas entre los gemidos perdidos del primer orgasmo.
En casa, los padres preparan las tostadas a sus niñas, sin sospechar qué tuvieron en la boca mientras estudiaban en casa de una amiga.
Los embaucadores, presumen de su polla con los amigos. Mientras, las adolescentes escriben en sus diarios que han encontrado al amor de su vida.
Por la noche, si han vuelto a quedar, volverán a abrir lo que ellos llaman amor. Si no han quedado, se follarán a otra chica que por la mañana escribirá también en su diario, sobre las dulces caricias del joven más atractivo y romántico que puede existir.
Eterna historia de traidores empalmados e inocentes romanticonas que chupan y chupan porque piensan que eso es el amor.

martes, 17 de febrero de 2009

Juzgar.

Tus juicios anulan mi comienzo. Tus sentencias, condenan mi camino. Tu dictamen niega mi existencia.
Las cadenas perpetuas son demasiado cortas, las penas de muerte tu presencia.
Mis actos en pasivo, mi pensamiento en tu mente, mi voluntad en tus actos. Cobarde, impotente o imposible.
Imposible seguir sin causa, imposible comenzar sin agente, inútil mover sin ausencia.
Me condenas a permanecer estático. Me impones rutas cerradas. Me insinúas que no estoy.
Que no estoy en los días, que no estoy en los planes, que no estoy en las palabras.
Me juzgas; me juzgas  y me condenas a la inexistencia, a la inesencia, a la infinitud. Me juzgas; me juzgas y me condenas a imaginarte cada día presente, a construirte impasible en la crueldad de tus decisiones, a soñarte como un ser real.

viernes, 13 de febrero de 2009

Oxígeno.

Hoy he descubierto el oxígeno, he conseguido abrir los ojos y acariciar los labios carnosos que siempre desee.
Hoy he volado por los soles y la luz ha dejado en mi pecho la paz de un momento sin partes.
Me da miedo.
Me da miedo descubrir el oxígeno, abrir los ojos, volar por los soles, ser tocado por la luz. Me da miedo ser simple y, sobre todo, alcanzar los labios carnosos que nunca me ofreciste.
Hoy he descubierto el oxígeno. Ya no recordaba su sabor, ni su energía, ni la temperatura fresca que deja en el ser. Ya no recordaba otra cosa que no fuera el ahogamiento permanente, el camino medio entre la vida y la muerte.
Hoy he descubierto el oxígeno. Me da miedo. Es siempre tan fugaz...

lunes, 9 de febrero de 2009

No.

No es mi lugar tus delicias, ni las pequeñas gotas de tu sonrisa. No es mi lugar tus melodías, ni las notas de tus abrazos. No es mi lugar tu nombre, ni las sílabas del lenguaje más profundo.
Será que no funciona el fármaco, que la vida me salió caducada. Será que los juegos nacieron perdidos, que los sentimientos surgieron ya muertos.
Mientras tanto, espero. Espero no cargar pesos imposibles, espero navegar con viento, espero resucitar de mi entierro. Espero creer en milagros, en levantar de nuevo mi aliento, que nunca te canses de ser, la compañía de un duelo.

martes, 3 de febrero de 2009

¿Momentos?

Que difícil es caminar arrastrando la piedra de Sísifo. Que contradictorio impulsarme de tu ausencia. Qué desesperante desconocer el final.
Hablar al vacío, sonreír al duelo, imaginar lo imposible, envidiar tu principio, añorar mis comienzos.
Encontrar el muro imperturbable de tu desprecio. Moverse y ser de piedra. Conversar y estar vacío. Esperar lo que nunca comienza.
Las chispas murieron ahogadas por mis ilusiones. Quizá mis ilusiones murieron ahogadas por mi espejismo. Quizá mi espejismo era sólo alucinación.
Qué dificil es vivir sin vida y morir sin muerte. Qué difícil imaginar momentos, cuando sabes que los momentos no existen. Qué contradictorio escribir secretos. Qué desesperante esperar tu consuelo.