sábado, 30 de enero de 2010

Posibilidad.

Me resulta insoportable este tedio inactivo de los días sin alma.
Leo tus respiraciones y me doy cuenta que estoy lejos de tu tiempo. Demasiado lejos para estar cerca.
Sin embargo, tus pensamientos son nuestros y nuestras penas compartidas. Demasiado lejos pero demasiado cerca.
Me topo con tu sonrisa morena, mientras disimulas la vergüenza de ser como yo. Sonrío sin inmutarme, me recreo sin ser visto, atisbo la satisfacción sin caer en el engaño de tu realidad.
Tan cerca y tan lejos. Tan deseado y tan imposible. Tan añorado y tan perdido.
Dedicas algunos segundos a mi vida y dedico mi vida a desearte. Loco inconsciente, preso del miedo y el rechazo, instalado en la inactividad de la prudencia. Como si la prudencia fuera el mejor camino para respirar, para no sentir el viento del loco salto al vacío de la posibilidad.