lunes, 8 de noviembre de 2010

Solo

Me he quedado solo, en aquellos tiempos en los que nos soñábamos. Me he quedado solo.
Solo de ilusión, solo de deseos, solo de fantasías. Amargado por haberte perdido hasta en la esperanza, defraudado por la realidad que nunca quise.
Luego llegará la fiera.
La que siempre increpa y nunca escucha, la que seduce mis deseos de felicidad para llevárselos consigo, la eterna insatisfecha que envenena mi vida y mis afectos.
Imperdonable muerte de la muerte, inaceptable vida sin vida, insoportable eterno retorno del mismo fraude.
Me he quedado deseándome solo. Sacrificando esa parte de eternidad que poseo, para preparar cinco segundos de una cierta paz endeble.
Ni la imagen de lo imposible me reconcilia con el fracaso de una soledad querida, perdida, temida, odiada... contradictoria.


viernes, 8 de octubre de 2010

Seguir

Nunca me gustaron los dilemas.
Nunca fui lo suficientemente valiente para cambiar, para romper, para empezar...
Seguir, es mi cruz y mi recompensa. Castigo a mi cobardía. Premio a mi habilidad para buscar escusas, plazos de espera.
Hoy no estás.
Ni te extraño ni te busco.
Ni te lloro ni te amo.
Hoy no estás y la paz está conmigo.
Temo encontrarte de nuevo en cada pasillo, en cada recoveco.
Temo escuchar tu voz imperativa y tu superior afirmación contra mi propio ser.
Nunca me gustaron los dilemas.
¿Seguirá siendo seguir, mi cruz y mi recompensa?

domingo, 26 de septiembre de 2010

Por fin

Llegó la apoteosis de nuestro último acto. Nuestro momento de fama, de parabienes. Ya somos el centro de comentarios y alabanzas. Por fin triunfamos.

Triunfamos y cerramos el telón. Acabamos la función. Ya seremos para siempre jóvenes, mayores, ejemplo para enfrentar el éxito o víctimas del sufrimiento del fin de la espectáculo.

Por fin la prensa se ocupa de nuestra vida. Seremos líderes detrás del cual desfilarán las masas. Observarán con detalle nuestra última entrada. Llegaremos a los más profundos sentimientos de nuestro público. Público que clamará nuestra vuelta, una nueva entrada imposible, un nuevo escenario para seguir mostrando nuestra desapercibida actuación. Qué vulgares somos mientras actuamos.

Todas nuestras obras acaban en una gran apoteosis final, apoteosis pronto olvidada, apoteosis que pasa al más remoto de los vulgares recuerdos.

viernes, 13 de agosto de 2010

Recuerdos

Recuerdo aquellos baños uno cerca del otro. Sin incomodarnos, pero sin llegar a tocarnos más allá de lo imprescindible.

Nos recuerdo durante la noche leyendo poemas de amor, aquellos que a los dos nos gustaban, pero a los que nunca pusimos nombre.

Todo quedó indefinido, diluido, etéreo...

Entre mi sentimiento de inferioridad y tu silencio. Entre mis fantasías y tu dejarte hacer. Entre el tiempo y la distancia.

Pasan los años y hace un siglo que eres para mí unas fotos antiguas. Te mantienes en la eterna juventud aunque a menudo imagino una vida juntos, tus arrugas y mis achaques.

Cuanto más lejos, más te añoro. Más te subo a los altares de rutas que quedaron cerradas y que seguramente, aunque vivamos mil años, nunca volverán a cruzarse.

domingo, 6 de junio de 2010

Velocidad

Cuando las noches eran casi como una vida, me daba tiempo a rehacerme antes de comenzar el día.
Cuando los lunes eran futuros de otro tiempo; podía ver el paisaje con sus colores, sus texturas, sus olores. Podía transcurrir deseando el presente, cambiando el futuro, soñando con nuevos días y nuevos lunes; todos diferentes, todos rectificados, todos cada vez más cerca de mis deseos.
Ahora; el tiempo fluye sin presente, el futuro es en un segundo pasado, los planes pasan antes de llegar a ser, el paisaje es una mancha verde o marrón indefinida y borrosa, tus momentos -tan fugaces- que nunca llegan a penetrar en mi consciente.
Ahora; los días, las semanas, los meses, los años... ya no existen. Todo es pasado antes de levantar la mirada. No tengo tiempo de soñar, ni de esperar. Sólo puedo mantenerme en pie mientras el tiempo, inestable, circula veloz bajo mi mente.

martes, 13 de abril de 2010

No sé.

No sé hasta cuando durarán los sueños que nos unen.
No sé hasta cuando tus piernas firmes soportarán el peso de mis años.
No sé hasta cuando merecerá la pena mantener esta ruptura con lo convencional.
Estoy cansado, otra vez estoy cansado y sólo el sueño me revive mientras no despierto. Despierto y deseo perder, volver, empezar... todo imposible, sólo puedo seguir.
Paso el día huyendo, huyendo de lo real y actuando en este teatro del absurdo engaño en el que te pienso. Actuando como el mejor de los actores para que no sientas mi desesperación y mi tedio.
Lo cambiaría todo, pero no sé que pediría a cambio: algún día pensé en tus besos, en volver a quererte, en volver a estar enamorado.
Mientras tanto, actúo en tu escenario. Compartimos camerino, decorados, actores secundarios... pero apenas la costumbre nos hace mantener erguido el teatro.
Nos unen los sueños, que durarán hasta no sé cuando.

jueves, 25 de marzo de 2010

Cintas de seda.

Los finales siempre son previsibles; pero los lazos que te van atando a pequeños montones de historias, son siempre inesperados.
Sigo cansado de ataduras, de cintas de seda cargadas de éxito que te despiertan cada noche ansiosas por convertirte en importante.
Como todos, camino cansado de caminar a pesar de tus vítores y de tus aplausos. Camino pesado, al caminar cargado con tus esperanzas, con la presión de tus ojos esperando mi viento para tomar tu ruta.
Y es que, las cintas de seda son siempre crueles: te estrangulan de suavidad o te ahogan en la caída. Siempre rompen el equilibrio, siempre rompen la sensatez de estar en tu lugar, en la propia vida que perpetuamente estuvo al margen de tus falsas conversaciones.
Voy a dejarte, siempre sostuviste mi ego por egoísmo. Me despreciaste mientras regabas mi orgullo, ese que me perdió entre tus páginas. Penaré, añorando las interminables noches de espera que durante años no compartimos. Pero por fin, romperé esas crueles cintas de seda que nos mantuvieron unidos.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Por siempre.

Me sorprende que sigas visitando la tumba de tu propios proyectos, que sigas trayendo flores a tus fracasos, que sigas llorando por tus propias culpas.
Me admira tu constancia, empeñado siempre en lo imposible; tu capacidad para negar lo evidente, tus comportamientos siempre previsibles.
Me entristece que no mires mis huellas, que no sueñes paisajes, que te encierres en el fracaso.
Me preocupa que vistamos de negro sin volver a reírnos, que mis reconstrucciones sean fantasías onanistas, que mis pensamientos nazcan muertos.
Siempre en el giro eterno del círculo maldito, que vuelve a comenzar cuando lo acabas, no dejando un respiro para la esperanza de que algo cambie.
Siempre viviendo en la imaginación de tus arrugas y de deseos que nunca llegan al parto.
Me estoy cansando, dejo mi vida en tus manos, dejo mi vida en caída eterna arrojando el lastre que me separa de un sueño.
Me voy, aunque repita mil veces mis pensamientos, los imposibles reinan en ideas y hechos.

sábado, 30 de enero de 2010

Posibilidad.

Me resulta insoportable este tedio inactivo de los días sin alma.
Leo tus respiraciones y me doy cuenta que estoy lejos de tu tiempo. Demasiado lejos para estar cerca.
Sin embargo, tus pensamientos son nuestros y nuestras penas compartidas. Demasiado lejos pero demasiado cerca.
Me topo con tu sonrisa morena, mientras disimulas la vergüenza de ser como yo. Sonrío sin inmutarme, me recreo sin ser visto, atisbo la satisfacción sin caer en el engaño de tu realidad.
Tan cerca y tan lejos. Tan deseado y tan imposible. Tan añorado y tan perdido.
Dedicas algunos segundos a mi vida y dedico mi vida a desearte. Loco inconsciente, preso del miedo y el rechazo, instalado en la inactividad de la prudencia. Como si la prudencia fuera el mejor camino para respirar, para no sentir el viento del loco salto al vacío de la posibilidad.