martes, 22 de diciembre de 2009

Lo que nunca hice.

No se por qué las violetas me recuerdan guitarras y el peso de tu olor junto a mis manos.
No quiero pensar por qué las manzanas verdes traen tus movimientos armoniosos junto a mi pecho.
No puedo recuperar esa luz tan pesada, que cerca de mis retinas pasó desapercibida.
Ahora, niego las palabras que surgen de tus labios. Niego las frases que me dictas desde tu inconsciencia. Me avergüenzo de sentir tu mano cuando la tristeza agrieta mis dedos.
Todo queda en aquellos momentos de arrepentimiento, de negación de lo que siempre volvía a repetirse. En aquellos momentos de vida ajena, de hechos ocultos, de sueños nunca soñados.
Arrepentido de lo que nunca hice, rememorando lo que nunca fue.
Estúpido.
Me fui por el otro lado: por el de la ceguera, el sexo, el complejo, la música fácil.
Me fui por otro lado: el lado que siempre lamento no haber tomado.
El más estúpido de los arrepentimientos, arrepentido de lo que nunca hice.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Ingerir

Qué poco poético es comer, masticarte tu futuro quizá lleno de tropezones difíciles de digerir.
Qué poco poético resulta engullir, mientras una parte del mundo te observa con una cierta repugnancia mientras destrozas tus propios fracasos como un papilla salivada que todos rechazan.
Comerte la vida con todos tus errores es una tarea difícil. Ni siquiera sabemos distinguir entre acierto o error, ni siquiera sabemos ingerir un menú degustación de momentos que nos hagan mejores.
Nos confunde la química y la física, la perspectiva y las sensaciones, la lluvia o el viento.
Ahora, momentáneamente a mi lado; compartes medias verdades, medios problemas, medias historias de lo único que tenemos allí delante. Otras, momentáneamente lejos; no vamos devorando nuestro propio dolor. Porque aunque lo disfracemos de manjares orientales, sólo nosotros podemos tragarlo.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Para pensar.

Llevo un tiempo escéptico, decepcionado, impotente.
Voy tocando aquí y allá lunas que me parecen importantes, cambio algunos rumbos, me desvelo por otros. Pero me encuentro siempre con la ya tan manida frase: "es la vida".
Estoy en esa etapa de duda, de desconcierto: no sé si estoy viendo realidades del pasado, intentando soluciones de piedra. No sé si soy incapaz de anticipar el futuro que va a construir mi miedo.
¿Estoy intentando mantener mi mundo contra los sueños en los que todavía me rechazas?
Me lamento del tiempo, de que el nuestro haya pasando. Me siento mal por tus nuevos lugares, por mi incapacidad para comprenderlos, por mi incapacidad para orientar mi vida hacia ellos. Mi vida.
Soy un lugar en el tiempo. Relativo a mis altos y a mis bajos. Perdido de vértigo incansable que me lleva todavía a tus brazos.
Ni siquiera tú lo sabes, ni siquiera sospechas en tus recuerdos que aquella noche corta y metafísica cometí el error de ser sincero.

domingo, 4 de octubre de 2009

Tu indiferencia.

No soy ajeno al paso de las letras y de los nombres. No permanezco impasible ante la sucesión de días y días en los que nadie recuerda mi sombra. No me siento tranquilo mientras intrusos advenedizos ocupan mi espacio.
Tú, guardas mi vida en un archivo cerrado. Lo ocultas, como si no fuera parte de una existencia expectante. Mientes, cuando me cuentas tus planes y tus rutas. Duermes insensible ante la espera de quien necesita un brote de luz, un espacio, un centro.
Te escribo y me niegas. Te ruego y me aplazas. Me haces promesas incumplibles para mantenerme del otro lado. De ese lado que nunca ves y que siempre tienes a tu servicio.
Quizá mañana sea otro día, o quizá mañana siga siendo ocupación y ausencia. Qué mas te da. Sólo yo esperaré las horas hasta que, después del primer minuto, despierte deseoso de encontrarme en tu mundo.

domingo, 23 de agosto de 2009

Absurdo.

El calor, el sueño y el dolor me han tenido apartado de tus encantos desde la primavera.
La apatía, el aburrimiento y la rutina me han tenido lejos de mí mismo; desde que decidí no tener tiempo para recrearme en cuestiones de apariencia.
Ahora, despierto contra natura, repaso cansino cada gesto muerto que dejé en la vida. Reconstruyo cada itinerario a la misma velocidad, al mismo ritmo, contemplando cada suspiro en su momento preciso.
Qué absurdo. He calculado que me costará toda la vida reconstruir lo que ya he vivido.
Mientras tanto, todavía me quedará algún segundo para alimentar mi ego releyendo tus cartas.
Mientras tanto, todavía me quedará algún segundo para escucharle mientras me maltrata.
Mientras tanto, entre luchas de sentidos, entre problemas de fuerzas que se alternan en la victoria; seguiré reconstruyendo a la misma velocidad, al mismo ritmo, todo lo que ya he vivido.

martes, 21 de julio de 2009

Días de gloria.

Caminar por las palabras de unos u otros no evitan mis pasos, mis pérdidas, las risas de Eva o lo injustificable.
Piensen lo que piensen, soy una imagen de las miserias de todos. Una frustración de muerte que quiere compensar su fracaso, tocando cimas de ascenso mediocre.
Digan lo que digan, se paseen o no por mis circunstancias, sigo durmiendo cada tarde para no ver la luz asesina que entristece a los humillados.
Sigo devorando por no devorarme. Jugando con mil sustancias prohibidas, para no prohibirme.
Sigo vulgar en mi caparazón, elevado a los altares por quién no conoce lo bueno.
Sigo anónimo en lo más profundo de mi teclado, aunque mis palabras impresionen ventanas de casas semiderruidas.
Los días de gloria, no cambian mis párpados dormidos.
Los días de gloria, me hacen seguir siendo el mismo.

sábado, 11 de julio de 2009

Por no tirarlo.

Ni siquiera intenté llegar a tus labios.
Desde mi pequeña percepción de una cima, ni siquiera intenté la luz, ver tu piel en mis manos.
Tan diferentes. Tan iguales. Tan deformada la realidad. Tan real la diferencia. Tan sincero y tan callado, ocultandome a mí mismo tu presencia. Inalcanzable desde mi fondo. Tan diferentes en mis ideas.
Los dos, poetas.
Los dos escuchábamos canciones de olvido, envidiábamos otros astros que viajaban a velocidades inversas.
Los dos tras escudos protectores, no supimos abrir una miserable puerta.
Tú fría, yo insensible. Tú distante, yo cobarde para aspirar a una vida llena de tus flaquezas.
Recuerdos ficticios para una noche llena.

martes, 7 de julio de 2009

Reflejo

Aparentemente frágil, pequeña, casi menuda. Aparentemente aislada en una cúpula protectora a través de la cual se ve tu luz. Entreabierta, dejas aparecer tu reflejo, lo más primario de tu amplia gama de pensamientos.
Esperas silenciosa tras el ruido, caminas pausada tras las prisas, lo intentas y lo alcanzas tras los fracasos. Rozas el arco más extenso de blancos relucientes.
En tu interior, fuerte, grande, casi inabarcable. Inserta en el más real de los mundos, sin perder tu luz, tu reflejo, tu primaria y a la vez profunda gama de blancos relucientes.
Creadora de deseo, hechicera de atracciones invisibles, inadvertida en tus pisadas, invisible para los visionarios de lo visible.
Imposible aspiración separada por los lapsos casi eternos que nos separan. Tan sólo en un remoto quizá, puedas ser parte de una prolongación de mi existencia.

martes, 30 de junio de 2009

Sueños.

Los sueños imponen la inevitable caida de párpados involuntarios.
Trasladan tu yo a un lugar incognoscible, invisitable, indemostrable. Lo trasladan a recónditos lugares camuflados e invisibles, lugares sólo visitables desde la posición más cercana a la muerte.
¿Será lo incoherente, lo imprevisible, lo implaneable; la verdad?
¿Nos llevará la muerte al lugar más cierto?
¿O sólo un yo perdido y engañado será capaz de alcanzar las contradicciones contradictorias?
Los sueños burlan la vigilancia de nuestro valor, recortan por lugares cifrados los miedos que aplastan la realidad. Falsa realidad reconstruida y reconvertida a base de residuos recompuestos por nuestra parte más cobarde.
Laberintos eclécticos de pasado y futuro, de penas y alegrias, de verdad y deseos, de posibles e imposibles. Laberintos intraducibles de imágenes y ruidos, de principios inacabados, de finales sin comienzo, de luces sin sombras; de miedos, de huidas, de recurrentes imágenes ficticias.
¿Estaré yo detrás de tanto cosmos implosivo?

miércoles, 17 de junio de 2009

Paréntesis.

Qué breves son los paréntesis que abren tus notas en mi discurso.
Qué fugaces son las melodías asonantes de tus gestos ante mis sentidos.
Tan breves, que antes de levantar acta de su ser, ya se han desvanecido.
Tan efímeros, que antes de acabar su estribillo el comienzo ya se ha perdido.
Qué contundente es el signo que cierra el paréntesis, no deja -como la admiración-, una pequeña esperanza para el escape. No deja -como el interrogante-, un resquicio para la confianza.
Paréntesis que cierra el camino, que cubre los flancos, para que las vidas vuelvan siempre a su sitio.
Quise escribirte desde mi paréntesis, desde las gamas primarias que daban sonido al bullicio. Quise dirigirte mis esperanzas, volver a nuestras llamas; colgar de tus manos mi único romance en un siglo.
Pero implacable, se cerró el paréntesis; antes de acercarme al teclado, antes de pensar mis sueños, antes de comprender un presente que siempre quedó confundido.
Inevitablemente fuera del lujo y del derecho, expulsado por un maldito signo de impenetrable cierre, muevo mis dedos tortuosos por las letras malditas, proscritas involuntarias de no sé qué tortuosos cambios; esperando, como una luna decreciente, que vuelva a abrirse el signo.

martes, 9 de junio de 2009

Color.

Las palabras rojas, traen la luz a nuestro vínculo. Renuevan la generosidad de nuestra conexión y reviven los nexos que nos unen.
Los sentimientos azules, nos viven la paz translúcida y pulida que refleja nuestra fusión.
Nuestros pesamientos verdes, hacen surgir la vida perdida en otro tiempo, renuevan la esperanza, nos pintan ataduras que ya no existen y las convierten en manos voluntarias.
Nuestra historia gris, se convierte en blanca cuando apareces sentada en mi círculo, unida en mi espacio vital a un deseo satisfecho.
Los razonamientos negros, absorven la luz, en su opacidad desaparecen nuestros innecesarios cálculos, esclavizan los pensamientos a un señor de afectos.
La construcción de nuestro mundo multicolor, fue un camino de agua y piedra, de luz translúcida que desvía su rumbo en cada giro, en cada paso, en cada origen. Fue un camino contra la física y la lógica, contra las leyes y la coherencia, contra las predicciones y el destino. Multicolor por momentos, momentos de tonalidad optimista que nos vencen la oscuridad de otros instantes.

domingo, 31 de mayo de 2009

Imposibles.

Me siento ridículo mientras persigo sin descanso sueños imposibles. 
Presentes del pasado que sólo viven en mi conciencia, porque soy yo, soy yo el mismo que inmovilizado me sentí incapaz de alcanzar tus labios, soy el mismo que sólo se atrevió a coger tu mano, el mismo que vivía para encontrarte y nunca fue capaz de llegar.
Ahora, desconcertado, eres pasado, el pasado más presente que nunca viví. El presente lejano, indiferente a mi recuerdo, indiferente a mi existencia. Ignorante de mi conciencia.
Dormido y despierto, añoro el amor. Añoro el amor y le pongo tu rostro. El mismo rostro que marcado por los años quizá me resultara extraño. 
Pongo tu rostro a mis deseos, a la resurrección de mis sentimientos muertos, al comienzo de la vida. Porque ahora, fuera de todo tiempo y lugar, me siento capaz. Capaz de acercarme, capaz de alcanzar, capaz de unirme, capaz de ti.
Al margen de todo tiempo y lugar persigo sin descanso sueños imposibles, mantengo absurdas esperanzas matronas de frustraciones. Utopías en las que te encuentro, compartimos nuestros fracasos y nos unimos para siempre.

domingo, 24 de mayo de 2009

Amigos

Supiste bien tenderme la trampa de tu éxito. Reclamaste con justicia que los planetas desconocidos tuvieran un lugar en el extraño pedestal del gentío.
Tocaste mis fibras más débiles, manipulando el futuro, dando la espalda a los más evidentes espacios de sueños baldíos.
Jugaste con mis deseos y con mis sueños, con mis ansias y con mis frustraciones, con mi sentimiento de inferioridad y con las puertas que me abriste hacia montañas de imposibles perdidos.
Me dijiste que sí, que no, que más tarde, que otro día, que imposible... De vez en cuando soltabas una sonrisa para que continuara contigo.
Al final, meno mal que quedan los amigos. Las letras, las palabras, las escuchas, la paciencia, la compañía, las llamadas, las lecturas, la esperanza... tiempos de silencio para comprender mejor y ver fluir imágenes ocultas que construyen mi yo más escondido.

lunes, 18 de mayo de 2009

Volver

Dejé las ilusiones encerradas, a cal y canto quedaron sellados entre el polvo y las arañas los sueños muertos del pasado.
En el tiempo, volvían a mí como resquicios, como partes perdidas y recurrentes que sustituían el presente.
Pero volví. Cometí el  error más tonto, desado y frecuente, volver.
Volver al espacio en el que la falsa memoria sustituye a la realidad, volver a los rostros tersos como si fueran un ahora, volver a las sonrisas limpias en las calles llenas de luz.
Abrí puertas y ventanas, rescaté ilusiones empolvadas, rescaté ilusiones de lo más profundo de habitaciones oscuras. Y quedé paralizado.
Paralizado por una realidad diferente, por un recuerdo mentiroso, por rostros y sonrisas defraudantes. Iguales, calcadas, réplicas impacables de lo que ahora soy.
Volver es fracasar, cargarte de frustración, mostrar la imposibilidad de repetir, todo aquello que nunca fue.

sábado, 9 de mayo de 2009

Primavera

No sé si será que la luz abre sus ojos en primavera o que los aromas escapan de sus encierros fluyendo hacia las nubes.
No sé si será que los torrentes son ocasionales o que el fuego calienta las mentes.
Quizá sea que llegan de lejos los caudales de palabras o que las circunstancias se alían con mis músicas.
Será que las comunidades establecen vínculos, que sobre el papel resurgen los trazos.
Las drogas recrean el mundo, interfieren en las realidades ocultas, mueven voluntades muertas, levantan espíritus que vivían en el hígado. Pero qué importa. Es la primavera.
Es el nuevo comienzo, es la vuelta de la vida, son los estímulos que resucitan las esperanzas, la claridad que regresa. Enganchados a resurgir, a nacer, a comenzar, a volver a los brazos calientes de un amor protector que desapareció en invierno.
Volvemos, todo es cuestión de tiempo.

domingo, 26 de abril de 2009

El final de la película.

No me llegan las lágrimas a los ojos, porque el final de tus cabellos rubios, sólo acaba en una película.
Sin embargo, yo debo seguir arrastrando el peso que me dejo el destino. No puedo permitirme el lujo, de empañar mi vista con mis pesares, ni de cegarme con mis sentimientos.
Morir para nacer, me dices... como si nacer fuera diferente a la muerte. Bendito optimismo que te invade, bendita buena voluntad, bendita creencia. Pero ¿y la verdad?
No me llegan las lágrimas a los ojos, porque siempre me ensañaron a estar callado, siempre premiaron mi ser insensible y sólo la altura de mis brazos tocó otro mundo diferente. Sigo subiendo cada vez más alto para que me vean y me señalen; mientras por dentro, lloro cada mañana por ser tan pequeño, tan pesado, tan deshecho.
Mi momento preferido comienza cuando la luz muere, cuando yo muero encerrado en un sueño inducido por mi voluntad de nada. ¡Qué inmenso placer la nada! Qué inalcanzable, pero qué perfecta.
Qué suplicio pensar que siempre hay más, que continúas eternamente. Qué impotencia pensar, que nadie me preguntó si quería llegar, si quiero pasar. Qué tortura ver, que todo lo que te rodea anula tus deseos mientras impotente; ves pasar el amor, las sonrisas, los besos.
Siento repetirme, siento escribir desde mi pozo, siento que no me leas y que pienses que me falta un no sé qué incomprensible. Por ahora, los finales felices, sólo está al final de tus cabellos rubios, cuando acaba la película.

sábado, 18 de abril de 2009

No lo siento.

Me duelen hasta los pensamientos cuando lluvia anuncia su llegada. Me siento aplastado por el plomo, de una vida que oprime mis movimientos. Me siento abandonado cada mañana, cuando despierto de nuevo aparentemente vivo.
Debes estar cansada de mis tristezas, deben sonarte siempre a la misma canción machacona y pesada, debes odiar mis melancolías y mis torpes movimientos. ¿Lo siento?
Ni siquiera lo siento. El dolor, la opresión, el abandono... han sido capaces de imponerse al resto. Sólo me siento cansado.
Alegría, ilusión, actividad... son palabras vacías y lejanas, palabras perdidas en no sé que tiempo.
No me llegan tus caricias, ni tus sonrisas, ni tus letras que combinas con cariño. No me llegan tus proyentos, tus deseos, tus esperanzas. Finjo a veces escucharte, a veces finjo una sonrisa, a veces actúo en una escena de satisfacción por tus desvelos.
No me extrañaría perderte, no me extrañaría tu cansancio ni que te revelaras a vivir esta no vida larga y constante.
Yo sí quisiera perderme, acabar de estar cansado, reposar para siempre tras la losa traicionera que cargo sobre mis espaldas, sin terminar nunca de sepultarme.
Siento, pero no lo siento.

domingo, 5 de abril de 2009

Circular

Recurrentes y obsesivos saltan los números en mi cabeza buscando una solución circular que siempre acaba comenzando de nuevo.
Hoy son los números, otro día serán tus palabras y quizá otro, el más inútil de mis pensamientos.
Sigo soñando con tus abrazos de amiga y sigo sufriendo en el sueño y en la vigilia. No quiero ser tu amigo ni quiero despertar conociendo mi nada. Sigo clamando a voces seguro de que tú me escuchas para forzar tu respuesta, pero sigo conociendo que no pertenezco a tu mundo, que me perdí un septiembre aciago mientras apasionada rechazabas mi mano enredando en tu pasión a un no yo saqueador de esperanzas.
Vuelvo volviendo al principio de la historia para recrear una y otra vez sueños imposibles y deseos frustrados, comienzo comenzando donde acaba el fin para recrear lo mil veces recreado. Escribo en un papel todos los pasos esperando llegar al último y definitivo guión de este círculo maldito. Pero siempre, de una y otra forma, acabo volviendo al inicio.
Recurrentes y obsesivos saltan los números en mi cabeza buscando una solución circular que siempre acaba comenzando de nuevo, llevándome al principio.

domingo, 29 de marzo de 2009

Esperando

Hace tiempo que los bordes de tus manos no llevan buenos mensajes. Que el principio de tus dedos no tocan sonatas en mi espalda. Que el dibujo de tu alma no perfila mi paisaje.
Hace tiempo, que no paso por el mirador de tus ojos para verme transparente. Que no navego entre tus olas para sentirme aceptado. Que no piso tu suelo para no hacerte daño.
Y a pesar de todo, me faltas.
Me falta tu sentido más profundo, tu secreto más intimo, tu luz de ermitaño.
No pasaba por aquí, por miedo a sentirme sólo. No giraba en la esquina, por no ver el final de la historia. No reconocía tu color, para seguir siempre volando.
Siento la incógnita de tu procedencia, y percibo el enigma de nuestro final. Ya no palpo la suavidad de tus ideas, ni presagio la consumación de nuestra historia. Me falta el aliento para seguir tus pasos en la desorientación de mis fantasías.
Y ahora, ya terminando, no te reconozco en los años que nos han separado. Te desconozco en las expresiones que no llegan. Y sigo esperando.

lunes, 23 de marzo de 2009

Dolor

No me pidas mi dolor, porque no puedo prestar mis raíces.
No me pidas mi dolor, porque mi yo es intransferible.
Ni siquiera quieras compartirlo, es imposible.
El duelo que me penetra, no conoce de partes. No sabe de repartos, ni de justicia, ni de hombres solidarios.
El duelo que me pentra, nunca vivirá en tus brazos, nunca compartirá tu tiempo, ni tu aliento, ni mis muertos.
Quizá llegue el día de la alegría. Quizá llegue un día, en el que las hojas salgan volando. Quizá llegue el día en el que la atrapes, la compartas. Quizá llegue el día en el que irradie, sin rumbo pero con fin. La alegría se presta, se contagia, se bendice. Reúne caminos, reparte virtudes, imparte palabras. Viaja por los hilos, une existencias, teclea sonidos.
No me pidas el dolor que hunde sus raices en los pies que me sostienen. No quieras el dolor que a pesar de todo me mantiene. No me ames tanto como para querer llevar mi pesar.

domingo, 15 de marzo de 2009

Ser.

Sé, que sólo puedo encontrar lo que he puesto, que sólo puedo ser lo que ya he sido, que sólo puedo esperar si espero.
Sé, que detrás del ruido que golpea mi cabeza, claman, como prisioneros eternos, tus ausencias.
Sé, que no respondo, que permanezco oculto tras la apatía. 
Y aun así, espero.
Espero tus palabras y huyo de tus silencios. Espero tus mensajes y huyo de los ceros. Espero que todo cuadre y acabe en un te quiero.
La soledad no es un mundo, ni siquiera un estado, ni siquiera un momento. La soledad es una vida, un cuerpo, la negación de tu aliento.
Mientras tanto envío botellas vacías para recibir barcos llenos.
Absurda esperanza egoísta, ser, sin serlo.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Palabras.

Ya hacía tiempo que no visitabas mis profundidades. Echaba en falta tus devaneos por mi subconsciente, tus palabras prohibidas sacando a la luz lo más oculto, lo más infame.
Estos días he estado muerto, quedaron paralizados mis impulsos vitales. 
Esos lugares que a ti tanto te gustan, pudieron conmigo. Me sepultaron en eternas horas de sueño en las que hasta los sueños quedaron muertos.
Echaba en falta tus inmersiones en mi otro yo, en ese yo que sólo tú sabes sacar a la luz sin pudores. Per estos días he estado muerto. 
Quizá estuviste, sin darme cuenta, viajando por el fango. Quizá estuviste, como un respirador, mantiendo mi cuerpo vegetal mientras dormía. Quizá estuviste ahí, intentando expresar lo inexpresable, lo incomprensible, lo inefable. No me di cuenta.
Necesito flotar un rato. Pero perdona que te deje, la realidad machaca tu presencia, acaba con tus símbolos,  con tus gestos, con tus sonidos. Se impone de nuevo el silencio.
Siento la vuelta a la inapetencia, a la negación, al autoantropófago que se anula a sí mismo y sueña con un segundo de vida.
Echaba en falta tu presencia, pero parece que el tiempo termina. Poco a poco voy quedándome, casi sin darme cuenta, en la negación de me fulmina.

martes, 3 de marzo de 2009

Lo pequeño.

Sueño con gigantes, con multitudes, con masas, con millones. Añoro monumentos y planetas, proezas y emperadores. Imagino alfombras rojas, números uno y eminentes personajes.
Mientras tanto, no veo tus pasos junto a los míos, tu espera cuando duermo, ni tus silencios cuando hablo. Me he perdido tu paciencia, tu soledad, tu llanto. Tus pequeños gestos, tus pequeñas esperanzas, la añoranza de un beso.
Es todo tan pequeño, tan contradictorio encontrar lo grande escondido en lo minúsculo. Tan difícil no acostumbrarse a lo cotidiano, tan fácil perderse en un segundo.

domingo, 1 de marzo de 2009

Tarde

Tarde, muy tarde.
Tarde para encontrar la causa. Tarde para volver al principio. Tarde para buscar los errores. Tarde para saber, en dónde dejé el camino.
Me equivoqué y no sé cuando. Me perdí y no hay motivo. Te olvidaría para siempre -si pudiera volver- en lugar de haberme ido.
Encontré algunos tiempos en un cuaderno perdido. Vi allí mis juegos, mis llantos, mis soledades y mis amigos. 
Vi la vida puesta, en la masa muerta de un libro. Sólo quedaba eso. Yo, desaparecido.
Ahora oigo tus gritos, tus desplantes, tus reproches... me arrepiento de haberte tenido. Si pudiera volver, volvería. Si pudiera olvidar, no dudaría. Si pudiera quedarme sólo...
Contra la opinión dominante, contra el borrego del rebaño, contra el miedo a reconocer lo evidente, contra lo políticamente correcto, contra lo irremediable, contra vivir lo que estoy viviendo.
Ahora vendrás como si nada. Con tus órdenes y tu cabeza alta. Me exigirás cada segundo y me culparás de tus andanzas. 
Tarde para volver al cruce en el que te elegí, tarde para volver al cruce en el que perdí mi destino. Tarde para comenzar nada nuevo, atado a tu despotismo. Tarde para hacerme el valiente, sin saber en dónde agarrar el hilo. Ese hilo que me muestre, por dónde está el mejor camino.

viernes, 27 de febrero de 2009

Adios.

Muere un poco mi vida, cuando alguien muere a mi lado. Y ahora, mientras agonizas alejado de mi presencia; voy muriendo en la lejanía, en el silencio, en la distancia, en el recuento de los momentos perdidos y en la frustración de lo imposible. 
¡Cuántos errores,  en momentos tan breves!
Palabras, pensamientos, interpretaciones, intenciones, silencios... Mezclas reales y ficticias, alquimias que parecieron imposibles, estados incompatibles. 
Incompatible tu dúo con mis actos, tus deseos con mis obras, tus proyectos con mis presentes.
Ya no queda tiempo, ya no queda lugar. Ya, es imposible. Imposible es demasiado.
Volvería a tu lejana cercanía, a tu pasividad activa, a tu generosidad oculta. Volvería a girar en la velocidad de tu vida, a bañarme en las mismas aguas, a desfilar en el mismo funeral. Ya, es imposible. Imposible es demasiado.
Demasiado difícil volver, demasiado difícil recuperar, demasiado difícil repetir vida.
Mientras agonizas alejado de mi presencia, mientras agonizas alejado de mi recuerdo, yo muero un poco contigo: inútil muerte, imposible vida.

miércoles, 25 de febrero de 2009

Reposando.

Reposé mis miedos sobre tus proyectos, para seguir siendo. Reposé mis ausencias en tu estar, para seguir existiendo. Reposé mi tristeza en tu llanto, para seguir uniendo.
Tuve la sensación de que mi letargo llegaba, cuando te vi marchando. Comprendí que cada lugar tiene su tiempo y cada tiempo su lugar, cuando pasó el momento. Y mientras  agonizabas, pensaba en mi agonía, ahora que ya no era ni tiempo ni lugar para hacer sonoro el silencio.
Por el camino, fui perdiendo mis capas. Mis circunstancias quedaron prendidas en nada. Y debajo, no apareció ninguna sustancia, yo no estaba.
No estaba, ¿o nunca había estado?. No me encontraba, ¿o nunca me había buscado?. 
Ni siquiera recuerdo ya, cuando el éxtasis procedía de tu cabello. Cuando tu mano, era el nirvana. O cuando tu llamada, sólo un deseo.
Ni siquiera recuerdo ya, cuándo perdimos lo nuestro. Cuando nuestras palabras fueron repeticiones. O cuando tus caricias, dejaron de serlo.
Reposé mis miedos, mis ausencias, mi tristeza; y me lancé al abismo. Por el camino perdí vidas, perdí tiempos, pedí versos. Ahora sigo saliendo. Pero ya pasó el tiempo.

lunes, 23 de febrero de 2009

Salir del abismo.

Los abismos ahuyentan a los cobardes que sólo saben de vino y rosas. Cobardes que los desconocen, o cobardes incapaces de reconocer que viven en uno de esos abismos repugnantes y vergonzantes.
Qué importa, qué mas da ir dejando por el camino a los cobardes. Parece cruel, pero es justicia.
Me duele la impotencia de quienes no son capaces de asumir la vida. Me duele la impotencia de quien no es capaz de escribir, aunque las palabras le pidan a gritos un trozo de realidad. Me duele la muerte de los cobardes porque son, a pesar de todo, humanos.
Me duelo yo, paradigma de cobarde; que se esconde tras las letras, tras los versos, tras los cuadros.
Me duelo yo, paradigma de fracaso; que cae siempre antes de llegar al fin.
Me duelo yo, paradigma de aspirante; que sólo aspira a desaparecer.
Y mientras me lees, mientras comentas mis letras y me dices "alguien escucha", intento la proeza más grande que nunca nadie ha conseguido: salir del abismo.

sábado, 21 de febrero de 2009

Abismo.

En los bancos de los jardines, veinteañeros primitivos desvirgan jovencitas.
Por la mañana, los abuelos dan de comer a las palomas entre los gemidos perdidos del primer orgasmo.
En casa, los padres preparan las tostadas a sus niñas, sin sospechar qué tuvieron en la boca mientras estudiaban en casa de una amiga.
Los embaucadores, presumen de su polla con los amigos. Mientras, las adolescentes escriben en sus diarios que han encontrado al amor de su vida.
Por la noche, si han vuelto a quedar, volverán a abrir lo que ellos llaman amor. Si no han quedado, se follarán a otra chica que por la mañana escribirá también en su diario, sobre las dulces caricias del joven más atractivo y romántico que puede existir.
Eterna historia de traidores empalmados e inocentes romanticonas que chupan y chupan porque piensan que eso es el amor.

martes, 17 de febrero de 2009

Juzgar.

Tus juicios anulan mi comienzo. Tus sentencias, condenan mi camino. Tu dictamen niega mi existencia.
Las cadenas perpetuas son demasiado cortas, las penas de muerte tu presencia.
Mis actos en pasivo, mi pensamiento en tu mente, mi voluntad en tus actos. Cobarde, impotente o imposible.
Imposible seguir sin causa, imposible comenzar sin agente, inútil mover sin ausencia.
Me condenas a permanecer estático. Me impones rutas cerradas. Me insinúas que no estoy.
Que no estoy en los días, que no estoy en los planes, que no estoy en las palabras.
Me juzgas; me juzgas  y me condenas a la inexistencia, a la inesencia, a la infinitud. Me juzgas; me juzgas y me condenas a imaginarte cada día presente, a construirte impasible en la crueldad de tus decisiones, a soñarte como un ser real.

viernes, 13 de febrero de 2009

Oxígeno.

Hoy he descubierto el oxígeno, he conseguido abrir los ojos y acariciar los labios carnosos que siempre desee.
Hoy he volado por los soles y la luz ha dejado en mi pecho la paz de un momento sin partes.
Me da miedo.
Me da miedo descubrir el oxígeno, abrir los ojos, volar por los soles, ser tocado por la luz. Me da miedo ser simple y, sobre todo, alcanzar los labios carnosos que nunca me ofreciste.
Hoy he descubierto el oxígeno. Ya no recordaba su sabor, ni su energía, ni la temperatura fresca que deja en el ser. Ya no recordaba otra cosa que no fuera el ahogamiento permanente, el camino medio entre la vida y la muerte.
Hoy he descubierto el oxígeno. Me da miedo. Es siempre tan fugaz...

lunes, 9 de febrero de 2009

No.

No es mi lugar tus delicias, ni las pequeñas gotas de tu sonrisa. No es mi lugar tus melodías, ni las notas de tus abrazos. No es mi lugar tu nombre, ni las sílabas del lenguaje más profundo.
Será que no funciona el fármaco, que la vida me salió caducada. Será que los juegos nacieron perdidos, que los sentimientos surgieron ya muertos.
Mientras tanto, espero. Espero no cargar pesos imposibles, espero navegar con viento, espero resucitar de mi entierro. Espero creer en milagros, en levantar de nuevo mi aliento, que nunca te canses de ser, la compañía de un duelo.

martes, 3 de febrero de 2009

¿Momentos?

Que difícil es caminar arrastrando la piedra de Sísifo. Que contradictorio impulsarme de tu ausencia. Qué desesperante desconocer el final.
Hablar al vacío, sonreír al duelo, imaginar lo imposible, envidiar tu principio, añorar mis comienzos.
Encontrar el muro imperturbable de tu desprecio. Moverse y ser de piedra. Conversar y estar vacío. Esperar lo que nunca comienza.
Las chispas murieron ahogadas por mis ilusiones. Quizá mis ilusiones murieron ahogadas por mi espejismo. Quizá mi espejismo era sólo alucinación.
Qué dificil es vivir sin vida y morir sin muerte. Qué difícil imaginar momentos, cuando sabes que los momentos no existen. Qué contradictorio escribir secretos. Qué desesperante esperar tu consuelo.

jueves, 29 de enero de 2009

Anónimo.

Construías tus acordes en el anonimato de una calle de primavera. Componías tus palabras dictadas por los labios de tu propio origen. Inventabas el ingenio entre la risa de un pequeño mundo.
Anónimo, llenabas el paso cansino de paseantes a ninguna parte. Interrumpías el rumbo indefinido de cuerpos casi pasivos. Volvías las miradas hacia un origen inesperado.
Durante unos minutos, fuiste capaz de llevarme hasta tus voces. Fuiste capaz de perderme en esa realidad inexistente, de olvidar mi materia y de quedarme sólo con tus formas etéreas. Durante unos minutos, me perdí, completamente perdido en el ingenio, en la risa de un pequeño mundo.

domingo, 25 de enero de 2009

Perder, tener, necesitar, prescindir.

Perdí la pasión un invierno demasiado frío. Y, desde entonces, mi cuerpo se niega a informarme de lo que ocurre en el mundo. Presiento, que perdí también el viento, el sonido del transcurso del tiempo, los olores de tus palabras. Perdí la vida un invierno demasiado frío.
Tengo la impresión que desde entonces, no te tengo. Que la cuestión es tenerte o no tenerte, porque sin ti, ser no es importante. Tengo la manía de rebuscarte en mis ideas, pero mis ideas me dicen que no son recuerdos, que mi imaginación me engaña y que el mundo, el de dentro y el de fuera, es un mundo que perdió la memoria.
Necesito decidirme. Necesito coordinarme con tus gestos, para bailar acompasados. Necesito un mundo llamado Tú, como eras. Necesito que me ignores, que me cambies, que nunca me toques... pero que estés.
Puedo prescindir del resto. De la realidad, de los años, de las arrugas, de la distancia, incluso de mis textos. Prescindir es de sabios. Sobre todo cuando sabes, que nunca prescindiría de tu aliento.

viernes, 16 de enero de 2009

Luna

Mis ciclos vitales se alternan sin orden ni regularidad. Paso de la vida a la muerte, de la muerte a la vida sin horario y sin fechas. Dormito en mi ataúd durante semanas y emerjo como una explosión sin previo aviso.
En los períodos de implosión recreo el mundo, yo hago al mundo contra su propia realidad. En la explosión quiero comérmelo, devorarlo,  hacerlo mío de la manera más rápida y drástica posible. Robarlo, secuestrarlo, destruirlo en el torbellino incontrolable de mi propia involuntad.
Por el camino engullo y vomito toda la realidad que me rodea. Engullo y vomito sin orden y sin regularidad, arraso sin compasión a los que me rodean para volver más tarde, quizá a los días, a pedirles auxilio.
En mi última estación viví mi minuto de gloria. A mi alrededor -alrededor de mi tumba de ensoñaciones aplastantes- aplaudían, reían, me observaban y elogiaban mi muerte como si fuera el triunfo de la vida. Extraña sensación entre la naúsea y el deseo, entre lo lejano y lo más íntimo, entre el rechazo y la necesidad. Un minuto eterno que se acabó demasiado pronto. Cuándo aprenderé a superar las contradicciones. Quizá sea imposible.
Mientras iba y venía sólo luna vino a llamar a mi puerta. Siempre ahí a veces diáfana, a veces oculta. Presente desde la modestia y la prudencia, esperando que volviera a la vida.

miércoles, 7 de enero de 2009

Una docena de frases.

Sólo tengo un minuto. Un minuto para expresar mi impotencia, una docena de frases para mostrar mi desesperanza.
Se me escapa de las manos, se me pierde cerrado y oscuro sin dejarme entrar en sus pensamientos. Se me va lejano cuando todavía sin darse cuenta tiende su mano junto a la mía. Me rechaza con su gestos cuando, contra su voluntad, se impulsa apoyado en mi fuerza.
Inventa mil secretos para ocultarse a mis ojos. Esconde sus dudas en el fondo de sus pensamientos, creyendo que para mí son incomprensibles. A cal y canto disfraza sus risas y sus llantos para desconcertar mi ya casi obsesivo afán por encontrarlo.
A medio camino de no se sabe que ruta, quiere salir huyendo; huyendo y perdido. Perdido, indeciso, desorientado. Seguridad insegura, libertad encadenda a miles de sueños: unos  difíciles, otros imposibles.
Lo veo tan débil, lo toco tan frágil, lo escucho tan lejos, lo huelo tan cerca. Todavía tengo el sabor de su piel pidiéndome vientos. Apenas una docena de frases para mostrar mi desesperanza.

viernes, 2 de enero de 2009

Me enseñaste.

Pensaba que yo era la clave y alrededor, se sujetaban muy apretadas el resto de las piezas. Creía que sabía, que el mundo era mi mundo, que las palabras eran mis palabras. 
Había oído hablar de ese entramado, de esa red con multitud de puntos entrecruzados, todos iguales, ninguno más arriba ni más abajo. Me habían contado esa historia de múltiples perspectivas diferentes de lo mismo... pero eran teorías.
Tuve que viajar, tuve que leer, tuve que navegar, que escuchar, que observar, que tragarme mi orgullo, que reconocer mi ignorancia. Tuve que contemplar otras historias, que escuchar otras letras, que beber otras penas.
Ahora siento la tentación de callarme, porque al hablar no escucho, al hablar no aprendo. Me veo incapaz de debatir, de confrontar, de comparar... porque en esta maraña de conciencias, de puntos de vista, de pareceres, sólo soy un ruido parcial y oscuro, equivocado en no sé que parte.
Me enseñaste en tu humildad mi pobreza, en tu sencillez mi altanería, en tu sonrisa mi tragedia. Me mostrarte en tu vida cotidiana mi fracaso, en tus palabras mis galimatías, en tu respeto mi falsa modestia.
Ahora siento la tentación de callarme o al menos de hablar más bajo, siento la tentación de no ser casi nada y de aprender de nuevo.