domingo, 26 de abril de 2009

El final de la película.

No me llegan las lágrimas a los ojos, porque el final de tus cabellos rubios, sólo acaba en una película.
Sin embargo, yo debo seguir arrastrando el peso que me dejo el destino. No puedo permitirme el lujo, de empañar mi vista con mis pesares, ni de cegarme con mis sentimientos.
Morir para nacer, me dices... como si nacer fuera diferente a la muerte. Bendito optimismo que te invade, bendita buena voluntad, bendita creencia. Pero ¿y la verdad?
No me llegan las lágrimas a los ojos, porque siempre me ensañaron a estar callado, siempre premiaron mi ser insensible y sólo la altura de mis brazos tocó otro mundo diferente. Sigo subiendo cada vez más alto para que me vean y me señalen; mientras por dentro, lloro cada mañana por ser tan pequeño, tan pesado, tan deshecho.
Mi momento preferido comienza cuando la luz muere, cuando yo muero encerrado en un sueño inducido por mi voluntad de nada. ¡Qué inmenso placer la nada! Qué inalcanzable, pero qué perfecta.
Qué suplicio pensar que siempre hay más, que continúas eternamente. Qué impotencia pensar, que nadie me preguntó si quería llegar, si quiero pasar. Qué tortura ver, que todo lo que te rodea anula tus deseos mientras impotente; ves pasar el amor, las sonrisas, los besos.
Siento repetirme, siento escribir desde mi pozo, siento que no me leas y que pienses que me falta un no sé qué incomprensible. Por ahora, los finales felices, sólo está al final de tus cabellos rubios, cuando acaba la película.

4 comentarios:

HADA 31 dijo...

HOLA CORAZON COMO ESTAS

SIEMPRE TE SIENTO DEPRIMIDO

TUS ESCRITOS SON DE SOEDAD

PERO ESPERO QUE ESOS CABELLOS RUBIOS TE ACOMPAÑEN Y EMPIECEN HACERTE FELIZ

BESITOS Y CUIDATE MUCHO CORAZON

- Inés y Yo - dijo...

Te entiendo tanto, Naufrago...aunque también sé que no hay mayor llanto que el que empapa por dentro..

Un besito

Susi DelaTorre dijo...

Qué hermoso texto!
Mezclando insensibilidad aparente con lágrimas que ciegan...

Naúfrago... una maravillosa isla te espera sin duda.!

Gracias por dejarme descansar en tu orilla!

Venerdi dijo...

La soledad... la melancolía... tenemos un mismo amante. En esta noche de cruel insomnio he recordado tu blog, saludos.