sábado, 11 de julio de 2009

Por no tirarlo.

Ni siquiera intenté llegar a tus labios.
Desde mi pequeña percepción de una cima, ni siquiera intenté la luz, ver tu piel en mis manos.
Tan diferentes. Tan iguales. Tan deformada la realidad. Tan real la diferencia. Tan sincero y tan callado, ocultandome a mí mismo tu presencia. Inalcanzable desde mi fondo. Tan diferentes en mis ideas.
Los dos, poetas.
Los dos escuchábamos canciones de olvido, envidiábamos otros astros que viajaban a velocidades inversas.
Los dos tras escudos protectores, no supimos abrir una miserable puerta.
Tú fría, yo insensible. Tú distante, yo cobarde para aspirar a una vida llena de tus flaquezas.
Recuerdos ficticios para una noche llena.

1 comentario:

iliamehoy dijo...

Y entro aquí y me conmuevo, tan sólo con la primera entrada. Tus palabras golpearon recuerdos y actitudes que siempre van a doler.
Una sonrisa de presentación