lunes, 8 de diciembre de 2008

Llámame cobarde.

Si quieres, llámame cobarde o inmaduro, pero necesito unos brazos sobre los que reposar, sobre los que colocarme sin palabras ni gestos, en la pura contemplación: aceptado, amado, sin preguntas, sin reproches, sin planes. Unas manos que sólo con su roce me llenen de paz, que sólo con su calor liberen mis emociones reprimidas y repriman mis miedos, mi lógica, mis cálculos, mis previsiones.
Necesito reposar sin prisas, amar y sentirme amado, ofuscar mis prejuicios y mis juicios para lanzarme al abismo de lo imprevisible, de lo inesperado. Necesito sentirme vivo, necesito esa vida que no pesa, que no hay que arrastrar; la vida que no se encierra en palabras, que sólo se vive más allá de todos los conceptos.
Necesito unos brazos sobre los que reposar las ilusiones comunes, la ilusión de sentirnos, de vernos, de palparnos; de permanecer siempre unidos sin nada más que nuestra presencia.

3 comentarios:

HADA 31 dijo...

muy bonitos tus pensamientos pero dime quien no seria totalmente feliz en unos hermosos,fuertes,y bellos brasos cualquiera no lo crees pero desgraciadamente solo hay que buscarlos y por supuesto a de haber pocos si no todos en este mundo fueramos totalmente felices saludos tu amiga LUNA 45

Instinto Femenino dijo...

Te pido permiso para publicar este texto en mi blog, pues es lo mismo que busco y estas letras parecen mias, te lo pido prestado, dare los creditos de lugar... Bye.

Ellamir dijo...

Todos seríamos cobardes... creo que la valentía está en afrontar la vida aún cuando la promesa del descanso sea lejana, y la certeza de los miedos sea diaria.
Estamos hechos de ilusiones...